Suena a decepción, ¿verdad? Pero tristemente parece que es la realidad. Hace varios años los grandes eventos empezaron a necesitar armarse de muy buenas razones para poder seguir celebrándose, dado que por sí mismos no lograban ser capaces de transmitir el valor necesario para justificar la necesidad de importantes cantidades de inversión económica. Fue entonces [...]
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